Toldos de ventana verticales - cubierta de ventana excepcional

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La palabra "toldos" en relación con el revestimiento de ventanas se asocia generalmente con los toldos de terraza, cuyo material, colocado en un marco especial, se despliega sobre el balcón o la terraza para crear un espacio sombreado. Es una gran solución para los calurosos días de verano.

Sin embargo, los toldos verticales para ventanas son un tipo de cubierta completamente diferente; sobre todo, a diferencia de los toldos de terraza, no son cubiertas que solo se puedan utilizar en la temporada de verano. Aprovechamos las ventajas de los toldos verticales todo el año.

Los toldos verticales para ventana pertenecen al grupo de las cubiertas exteriores y se montan en la ventana o en el hueco del revestimiento exterior. Se pueden utilizar con ventanas de PVC, aluminio o madera. La instalación de toldos verticales cobra especial importancia en el caso de los grandes acristalamientos, tan de moda en la arquitectura actual. Los grandes ventanales o las paredes enteras acristaladas aparecen cada vez más en casas residenciales, edificios en espacios públicos y sedes de empresas. Crea una imagen exterior muy bonita del edificio e ilumina muy bien el interior, llenándolo de luz y espacio, aunque no sea muy grande. Sin embargo, las ventanas grandes también tienen desventajas, especialmente en verano, cuando más calor pasa a través de ellas, y en invierno, la mayoría se escapa. Los toldos de ventanas verticales ayudan a prevenir esto.

Ventajas de los toldos de ventanas verticales
Para ver completamente las ventajas de los toldos de ventanas verticales, se pueden dividir en grupos.

  • Protección contra sobrecalentamiento. Las cubiertas exteriores son las más efectivas para evitar que las habitaciones se calienten porque se colocan delante del cristal. De esta manera, no permiten que los rayos del sol entren en contacto con la superficie de vidrio de la ventana y, por lo tanto, limitan la entrada de calor, creando una barrera eficaz para ello. Sin ellos, el edificio con grandes acristalamientos parecería un acuario, y la temperatura en el interior sería insoportable. Esta ventaja es tanto más importante cuanto que hoy en día las altas temperaturas no solo se dan en verano, sino también cada vez con mayor frecuencia en primavera y otoño.
  • Protección contra la pérdida de calor. Durante los meses más fríos, el toldo vertical rebajado ayudará eficazmente a mantener el calor en el interior (reduce el coeficiente de permeabilidad al 16 %).
  • Economía. Como los toldos verticales son capaces de proteger eficazmente los interiores del calor del verano, ayudarán a reducir los gastos relacionados con la climatización. En invierno, al evitar la pérdida de calor, reducirán los costes de calefacción.
  • Luz natural. El toldo vertical bajado no corta el flujo de luz natural sino que lo difunde. En casa o en el trabajo, puedes utilizar la luz natural, pero sin el efecto desagradable de la exposición al sol.
  • Protección contra los rayos UV. El sol no solo aumenta la temperatura. Sus rayos pueden provocar la decoloración paulatina de los colores de las paredes u objetos del hogar o local de la empresa. Un toldo vertical evitará esto de manera efectiva.
  • Garantizar la privacidad. El toldo bajado no bloqueará el flujo de luz natural y la visibilidad hacia el exterior, pero hará que el interior sea invisible desde el exterior.
  • Protección contra insectos. El toldo vertical evitará que los molestos insectos entren en las habitaciones a pesar de las ventanas abiertas.

Toldos verticales para ventanas en la tienda online de Knall
La tienda Knall ofrece toldos verticales FAKRO en dos sistemas: VMZ y VMB. Los sistemas difieren en que el VMB tiene una viga oscilante móvil. Gracias a ella, tras desplegar el toldo, podemos inclinar su parte inferior y tener libre acceso al alféizar de la ventana. Controlamos el sistema VMZ de forma manual, eléctrica o eléctrica con un accionamiento solar. El sistema VMB solo eléctricamente o eléctricamente con accionamiento solar.

Ambos sistemas están fabricados con un tejido de fibra de vidrio recubierto de PVC especial, duradero y resistente a la intemperie. El tejido se enrolla sobre un eje con motor y se coloca en un casete de perfiles de aluminio. La cinta de la cremallera, que va incrustada en los bordes del tejido, garantiza su tensión entre las guías y evita que se salga de las guías. Esta combinación hace que el tejido sea resistente a fuertes ráfagas de viento - hasta 120 km/h (viento lateral hasta 220 km/h).

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